A casi diez años de la Ley de Etiquetado, el panorama de consumo y regulación sigue evolucionando.
Según una nota reciente de El Mercurio, la presencia de productos con sellos de advertencia por exceso de calorías, sodio, azúcares o grasas saturadas ha disminuido del 71 % al 53 % desde la entrada en vigencia de la Ley de Etiquetado de Alimentos en 2015.
Esta reducción evidencia un cambio importante en la oferta de productos disponibles en el mercado chileno y un mayor esfuerzo de la industria por mejorar los perfiles nutricionales y adecuarse a las normativas. Sin embargo, el desafío de la obesidad y las enfermedades asociadas a la mala alimentación continúa siendo una preocupación central para las autoridades.
El Ministerio de Salud ya proyecta nuevas regulaciones para ampliar el alcance de la ley, incluyendo alimentos que hoy no están regulados, como la comida rápida. Esta actualización busca seguir promoviendo hábitos más saludables y una mayor transparencia hacia los consumidores.
Un llamado a la innovación y la responsabilidad
Para la industria alimentaria, este contexto representa una oportunidad clave: ofrecer productos más seguros, nutritivos y alineados con las expectativas del mercado.
La regulación no solo busca informar al consumidor, sino que también impulsa la innovación, fomenta la mejora continua en los procesos productivos y fortalece la confianza en la cadena de suministro.
En Adiplus, creemos que el futuro del sector pasa por combinar cumplimiento normativo, sostenibilidad y compromiso con la salud pública, garantizando siempre la inocuidad y calidad de los alimentos que llegan a las mesas de los chilenos.


