En la era digital, la desinformación se ha convertido en un desafío significativo a nivel mundial y la industria alimentaria no es la excepción. Estudios recientes indican que aproximadamente el 30% de las noticias relacionadas con la alimentación son falsas, afectando tanto a consumidores como a productores (EFE, 2024).


 

¿Qué impacto tiene esto en nuestro día a día? La propagación de noticias falsas en el sector alimentario puede tener consecuencias graves como tomar decisiones sobre nuestra comida basadas en información errónea que pueda perjudicar nuestra salud. Además, la desinformación puede influir en las tendencias de consumo afectando la demanda de ciertos productos y, por ende, la estabilidad económica de sectores específicos.

Casos destacados de desinformación en Chile

En Chile, la desinformación ha llevado a cambios en los hábitos alimentarios de la población. Por ejemplo, un estudio reveló que uno de cada tres chilenos ha dejado de consumir leche basándose en creencias que contradicen la evidencia científica, como la idea de que los lácteos son perjudiciales para la salud (Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Los Andes).

 

Cómo combatir la desinformación alimentaria

Es fundamental que tanto consumidores como actores de la industria tomemos medidas para enfrentar este problema:

  • Revisa la fuente: En la era de las redes sociales y los influencers, es difícil chequear toda la información que te aparece en tu teléfono celular, sin embargo, es crucial revisar si la persona que está contándote esto tiene el conocimiento necesario o mirar de dónde sacó la información.
  • Consultas a fuentes confiables: Busca información en organismos oficiales, instituciones académicas y expertos en la materia para evitar creer o confiar en datos que provienen de personas sin conocimiento sobre el tema.
  • Transparencia en la comunicación: Las empresas deben ser claras y abiertas sobre sus procesos y productos para generar confianza en los consumidores. Si sabemos de dónde provienen nuestros alimentos, podremos tomar decisiones más conscientes.

La lucha contra la desinformación es una responsabilidad compartida. Si promovemos la difusión de información precisa y confiable, protegemos nuestra salud.

¿Conoces alguna otra noticia o información que terminó siendo falsa?

Fuentes: Portal Prensa Salud, Bioser, EFE, Chile Bio y Scielo.

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